Pronunciado como oajaca o “huajaca”, se ubica al sur del país, en el extremo suroeste del istmo de Tehuantepec. Colinda con los estados de Guerrero al oeste, Puebla al noroeste, Veracruz hacia el norte y Chiapas al este. Hacia el sur posee casi 600 km de costa en el Océano Pacífico. Por su extensión, es el quinto estado más grande del país y ocupa el 4,8 por ciento de su superficie total. Alberga una rica composición multicultural donde conviven más de 16 grupos étnicos.
Regiones de Oaxaca:
Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Cuenca del Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y los Valles Centrales.
Ciudad capital: Oaxaca de Juárez.
Cultura de Oaxaca:
En la miscelánea pluricultural, plurilingüistico y pluriétnico de México, Oaxaca ocupa un lugar relevante. Con sus 17 culturas originarias, con las múltiples expresiones de la cultura mestiza y afro mestiza, hacen de su patrimonio intangible, de sus tradiciones, fiestas, usos, costumbres, cocina, arte popular, música, danza, una de las riquezas más grandes que posee México.
Hablar del patrimonio de Oaxaca, es tener testimonios de su grandeza espiritual en un verdadero rosario de construcciones, mostrando su conocimiento y desarrollo. Monte Alban, Mitla, Yagul, Danizu, San José del Mogote, Zaachila, Tilantongo, Hierve el Agua y Guiengola, por citar los más conocidos. Megalíticas y majestuosas construcciones que desafían la inercia de la materia y que permanecen en buen estado, como silenciosos testigos de los grandes logros alcanzados por los oaxaqueños en el campo espiritual.
Testimonios materiales de esta milenaria fuerza creativa quedaron maravillosamente plasmados en templos y ex conventos de la ciudad de Oaxaca, Yanhuitlan, Teposcolula y en toda la geografía oaxaqueña. La mano indígena diestra en la cantera, la talla, el fresco, han dejado innumerables prodigios de su premanente sensibilidad artística y su gran pasión espiritual.
Pueblos Indígenas de Oaxaca:
Los pueblos indígenas que han sabido sobreponerse a su muerte histórica. En efecto, en Oaxaca los 17 pueblos indígenas han resistido sabiamente los embates de la colonización y han ejercido una asombrosa capacidad de “apropiación cultural” para tomar préstamos culturales de pueblos tan variados como el español, el indio, el francés, el alemán y culturas tan diferentes como la africana o la árabe. En efecto, Oaxaca ofrece un crisol cultural único en la nación mexicana. Pues no sólo es la permanencia de sus culturas autóctonas, sino que se suma el riquísimo sincretismo cultural que han hecho, tanto indígenas, como mestizos.
El sentimiento de identidad que distingue al ser oaxaqueño, se puede apreciar tanto en las culturas indígenas como en la mestiza a través de la comida, la música, el baile, el vestido, las tradiciones, fiestas, usos y costumbres. Una Pléyada de manifestaciones espirituales entretejidas sabiamente en las llamadas “culturas populares”.
Centro Histórico de Oaxaca:
El centro histórico de la ciudad de Oaxaca, por su increíble belleza y armoniosa diseño arquitectónico, ha sido designado por la UNESCO como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Sorprende encontrar la exaltación al espíritu en cada templo, altar, atrio, plaza, calle o jardín. Sea su sobria Catedral, o los templos de San Agustín, La Compañía, San Francisco, El Carmen Alto, La Soledad, entre muchos otros y por supuesto Santo Domingo de Guzmán, una de las más exquisitas expresiones del barroco mexicano, donde la mano indígena deja testimonio elocuente de su portentosa sensibilidad. Oaxaca ha sabido mantener su alta calidad de vida y la brinda generosa a los visitantes. El calor humano de su cotidianidad es un raro encanto que ya no poseen las ciudades. Caminar por las calles de Oaxaca, permite apreciar su sencilla arquitectura habitacional o sus monumentales construcciones esculpidas en su tradicional cantera verde.
Recorrerla tranquilamente resulta un verdadero privilegio, no sólo a los sentidos, sino fundamentalmente al Espíritu.
Los Portales, el Palacio de Gobierno, el Zócalo, los jardines del Llano, Labastida y Conzatti, así como el antiguo acueducto y su sistema de fuentes, son una delicia que los ojos y el corazón reciben con gratitud. Los tradicionales barrios como el de Xochimilco, Jalatlaco, Chapultepec, San Martín Mexicapan o Trinidad de las Huertas, en conjunto nos hablan de una ciudad viva y abierta, que sabe compartir generosa con sus visitantes todo su patrimonio Cultural.
Visitar los museos, como el monumental Centro Cultural Santo Domingo, El Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, El Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, El Museo de la Filatelia, El Museo Fotográfico Miguel Álvarez Bravo, El Museo del Templo de la Soledad. O conocer sus centros culturales como La Casa de la Cultura Oaxaqueña, El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, El Taller Rufino Tamayo de Artes Plásticas, El Centro de Iniciación Musical de Oaxaca, entre otros. Que en conjunto le permiten conocer la legendaria creatividad del oaxaqueño.
Gastronomía de Oaxaca:
Su arte culinario es delicioso en Oaxaca, se saborea en sus variados restaurantes que ofrecen a los paladares más exigentes verdaderas creaciones de la cultura culinaria. Una gran experiencia humana de sabiduría se encuentra depositada en la mesa oaxaqueña. Mención especial es el Mezcal. El mezcal oaxaqueño tiene internacionalmente el “Certificado de Origen”, que lo hace único y exclusivo de Oaxaca y de México.
La fuente ancestral de sabor y placer ha sido el chocolate. En Oaxaca esta bebida milenaria se ha seguido manteniendo como uno de los elementos culturales más sólidos de los oaxaqueños. Hacer y beber el chocolate, es una experiencia sublime al cuerpo y al espíritu.
Artesanías de Oaxaca:
En innumerables tiendas se ofrece el arte popular oaxaqueño. Colores, formas, texturas, materiales, diseños tradicionales y modernos. Sean madera, algodón, lana, piel, barro, oro, plata, hoja lata o carrizo. La creatividad de los artesanos es reconocida en todo México y Oaxaca es un punto fundamental en el mapa artesanal del mundo. Ollas de Barro Negro, Alebrijez en madera, huipiles de todas las regiones bellamente bordados, tejidos en algodón convertidos en manteles, cortinas, servilletas, bolsas. Figuras de animales, vírgenes o ángeles, cajas y espejos hechos magistralmente en hoja lata. Jarcería de Tlacolula, cerámica de Atzompa o de la Sierra Norte, fina cuchillería de Ocotlán, multitud de objetos que tienen un pedacito del alma de sus creadores, pues han sido transformados por las “manos de luz” de los artesanos oaxaqueños, que hacen vibrar la sensibilidad de los espectadores a través de su sencilla y profunda creatividad.
Oaxaca Reserva Espiritual de México:
En Oaxaca encuentra depositado, el más importante legado de los antepasados de México, mezclándose armoniosamente en estos últimos cinco siglos, con todos aquellos pueblos del mundo con quienes México ha tenido contacto. Oaxaca representa la casa antigua de todos los mexicanos.
Cordilleras de Oaxaca:
Oaxaca está cruzada por dos cordilleras montañosas, una de ellas está paralelamente situada en la costa del Pacífico denominada sierra Madre del Sur que alcanza alturas de 2000 a 2500 metros sobre el nivel del mar a lo largo de su recorrido. El otro grupo de montañas baja por el Pico de Orizaba con dirección al sureste y cruza gran parte de Oaxaca, se le conoce con distintos nombres según el lugar de localización, sin embargo el nombre generalizado es la sierra Norte o sierra de Oaxaca. Esta, se une con la sierra Madre del Sur cerca del Istmo de Tehuantepec.