San Marcos, San Pedro Sacatepéquez, San Antonio Sacatepéquez, Comitancillo, San Miguel Ixtahuacán, Concepción Tutuapa, Tacaná, Sibinal, Tajumulco, Tejutla, San Rafael Pie de La Cuesta, Nuevo Progreso, El Tumbador, El Rodeo, Malacatán, Catarina, Ayutla (Ciudad Tecún Umán), Ocós, San Pablo, El Quetzal, La Reforma, Pajapita, Ixchiguán, San José Ojetenam, San Cristóbal Cucho, Sipacapa, Esquipulas Palo Gordo, Río Blanco y San Lorenzo.
Cabecera departamental: San Marcos.
Temperatura: Máxima 20 grados centígrados, Mínima 8 grados centígrados.
En Guatemala, San Marcos es el lugar ideal para vislumbrar las puertas del cielo. Ahí es en donde mejor puede el visitante alcanzar las nubes, sobrepasarlas y ver, desde tal antesala, el formidable mundo que se extiende a sus pies o la diafanidad del firmamento. Es que en su territorio está el techo de América Central, el Volcán Tajumulco, de 4,220 metros de altitud. Y no está solo. Desde este departamento también se empina hacia el espacio celeste el elegante cono del Volcán Tacaná. Es un poco más bajo, pero sus 4,092 metros sobre el nivel del mar son suficientes para convertirlo en la segunda altura centroamericana. Hay un tercer volcán, parcialmente relegado por sus hermanos a segundo plano debido a ser más bajo. Su nombre es San Antonio y su cima se sitúa a 2,750 metros. Cualquiera de estas desoladas cumbres, antesala del cielo, domina hacia los cuatro puntos cardinales escenarios de arrobadora magnificencia y pasmosa majestuosidad.
Al norte el horizonte se transforma en una silueta azulosa, de relieve extrañamente constante y cercano: la mole de los Altos Cuchumatanes. Al poniente aparecen las serranías de Chiapas y la impresionante depresión del Río Grijalva. Al oriente las complejas cordilleras guatemaltecas, colmada una de inconfundibles conos volcánicos. Y al sur, con majestad y engañosa suavidad, se tienden al Océano Pacífico las laderas de El Tumbador y la planicie de la Costa Cuca. Si se quiere estar en una cumbre más amplia, aunque más baja, lo recomendable es la cima del macizo montañoso que separa a las poblaciones de Ixchiguán, San José Ojetenam y Concepción Tutuapa. Es una cumbre extraña, una reducida altiplanicie desde la que se elevan más montañas, localmente calificadas de "cerros". El ambiente es frío, cortado por ráfagas de viento neblinoso entre las cuales, de cuando en cuando, se escucha el graznido de un cuervo que lucha por sobrevivir en tan precario y exclusivo refugio.
En el municipio de Tajumulco hay innumerables motivos de atracción. Uno es la catarata del Río Cuzulchimá, de casi 60 metros de alto. Hay también balnearios de aguas termales, con fama de medicinales, muy visitados. Un paraje curioso, de la aldea Tuinimá a 12 kilómetros de Tajumulco, es el de dos lagunetas rodeadas de cinco cerritos (no más de 40 metros de altura); a decir de la gente, representan los cinco volcanes del escudo de Centroamérica. En la aldea Tolash se levanta un descomunal peñasco, asociado a la Cueva del Negro, así llamada porque según tradiciones locales, frente a ella solía pasearse un fantasma negro.
El municipio de San Cristóbal Cucho, cuenta entre su patrimonio, con tres cerros: Ixtgagel, Pata de Venado y Las Nubes. En todos hay miradores naturales increíblemente agradables, desde donde puede verse mucho de la campiña montuna del oriente del departamento. También hay ahí algunos balnearios, como La Castalia, muy frecuentado porque está proveído de los vapores que emanan de una cueva cercana. Otro balneario es el de La Simareona. El extremo ecológico opuesto se encuentra en los confines del sur, a la orilla del mar. En esta zona se encuentran los impetuosos ecosistemas litorales, de vigor y templanza tropical, que principian con las pampas y terminan con los esteros y bocabarras.
El más poderoso y fascinante destino es la Reserva Biológica de Manchón-Guamuchal (como ecosistema y como Reserva se comparte con el oeste de Retalhuleu). Lo alimentan caudalosos ríos, como Ocosito, Pacaya y Naranjo. Combina playas con vegetación de dunas, espléndidos manglares, matorrales espinosos, pastizales anegados (pampas) y bosques de galería.
También es importante hablar de las playas marinas de San Marcos. Por razones obvias son las más lejanas de Guatemala, pero no por ello inaccesibles. Muy conocidas son las del puerto local Ocós, de Tilapa y de La Isla del Tular. Tilapa, conectado por medio de la Carretera Nacional 2 a la Internacional CA-2, a la altura del pueblo de Pajapita, es la puerta de entrada al fastuoso mundo de la Reserva de Manchón-Guamuchal.
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